La espalda de esta luz
son esos sueños tuyos, amada mía,
que te duelen en el alma
al comprobar con tus blancos caninos
que esos aromáticos y exquisitos mangos
no están aún maduros..
para con glotonería poder saborearlos;
y que te hacen florecer las prímulas
a azahares por tus flancos y por tus cabellos....
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Y caen del lecho frambuesas, dulces moras,
y tiernas avecillas picotean,
bajo el tálamo orquìdeas prodigiosas:
Tienes toda la imagen de la virginal Eva;
si no fueran por esas ropas..
pues aún el demonio con forma de poeta
se encuentra por allí.. peligrosamente cerca....
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El pelo del conejo está a un suspiro de la mano
que ha de darle sentido a tus días de abstinencia..
y en la corta distancia te susurro,
duérmete en ese dormir sin sueño,
las flores quieren adormecerte con su aroma,
para que de tu cuerpo lo dejes volar libremente,
a su capricho y que los tiernos pajeros
vuelen hacia el azul del cielo
y que ese lobo que acecha en la sombra
pueda realizar sus instintos: -que ya vendrá el sueño-.
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