En aquel rincón en penumbras,
de aquel romántico hotel;
nos miramos a los ojos y nos besamos,
como si fuera la primera vez.
*****
Durante aquel instante
nos amamos..
nos cubrimos de besos el uno al otro,
escribimos nuestros nombres en aquel rincón.
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Tuvimos miedo a que se nos escapará el tiempo,
y nos abrazamos tan fuerte
que casi nos hicimos daño..
aquel instante se quedó gravado en nuestros corazones.
*****
Y nos hicimos muchas promesas, difícil de olvidar,
así que perdurarán eternamente;
y como el tiempo -a pesar de sus cenizas-
no puede borrar lo que se promete de corazón a corazón.
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Mi alma aún permanece allí, en aquel rincón,
mirándote a hurtadillas;
cuando tus ojos de miel no me miran..
y me digo: que felices fuimos en aquel hotel-.
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Prisionero ya por siempre,
en la cárcel sin barrotes de tus bonitos ojos;
sin carcelero, mantienen a mi corazón
para la eternidad gustosamente prisionero...!
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