¿Existe alguna diferencia acaso,
entre esta piedra y mis pasos?
¿quien atropella primero, o quien estaba aquí primero?
ella o las manos que la pusieron, y quien tiene
que ceder el paso para que el otro camine?.
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Pues seguramente la piedra que es más razonable..
el hombre, -que según dicen y yo no lo entiendo muy bien:
somos los únicos seres racionales;
la quitará, pero lo que nunca hará es decirle:
-quédate ahí tranquila que tú estabas ahí primero-.
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Esta concretamente a la que aquí me refiero,
te ofrecerá generosamente su sombra y su agua;
la lentitud en la reflexión del hombre,
su torpeza y la existencia azul de los silencios
se funden quietamente, se hacen polvo, tierra y sedimentos.
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¿Y se dice: y qué le pregunto ahora, si yo fuí quien la puso?
¿cómo se llega al puerto de la cruz?
-pues mi misma sombra boba me contesta-
-siguiendo la carretera- curva a la derecha
y curva a la izquierda, doscientos metros adelante y ya...
***//***
Uno le hace caso a su sombra y sigue caminando,
otros se olvidan del tema y se sientan a recrearse
en la amable piedra, que te brinda sombra y agua fresca;
y otros se pierden en la breña y se olvidan;
y allí se queda la piedra, el árbol ya la nostalgia,
hasta otro día, con la misma escena...!
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