Yo vengo de la tierra donde crece el cacao,
talega de brocado, donde guarda la esencia
del chocolate, con su envoltura impide
que gotee el dulzor de la melaza chocolatera.
Y donde el aguacate y el mango de piel pulida
dorada o verde, en su clausura oval, en secreto
elabora su sustancia, que vuelve locos y engorda..
a media humanidad, -si no que alguien diga
a mi no me gusta el chocolate.
Esta tierra que nutre pájaros aprendices de poetas,
-cacao- la planta que dan cocidas, la muerte o la felicidad;
quizás la magia para soñar, o la fuerza dichosa para llorar.
Ahí los tienes a esos árbolitos, cargados de sabrosos alimentos,
desde la raíz hasta la última hoja;
amarillos y verdes, según cuando quieran entregar
su rica y esplendorosa cosecha.
Capulí del indio taino, codorniz, amarillo cazador
del tucán enemigo del abnegado labrador,
que guarda celoso su rico cacao;
condenado a ser red de su producto todo el año.
Bellos árbolitos con ramas como ensartas de peces,
soldados de salud con sus ramas de hojas;
que despegan al aire su batalla aromática,
llamando a los golosos a sus plantas.
Son los mejores aliados del hombre en la tierra,
de esta tierra donde vivo....!
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