En las letras de un cantar,
entre el tomillo y el romero del campo,
en lo azulado de la mar, en las bodegas bullangueras,
entre los limoneros repletos de azahar, buscaba
y no encontraba nada de lo que sin descanso deseaba...
Y después, mucho después supe que eras tú..
lo que yo con anhelo buscaba.
Pregunte muchas veces por los caminos,
en los colmados diversos,
dónde suspira el lugar ignorado por la epopeya;
pregunte a los sabios y a los viejos filósofos,
por el secreto y los campanarios
que aún me tendría que dejar detrás
para al fin encontrarte.
Y me respondió el libro de la universidad de la vida:
que cuando se busca algo tan importante..
nunca se descansa y hay que seguir adelante:
así fue y pude comprobarlo, cuando al fin te hallé.
!Verte y enmudecer!
fue mi pasión y mi gran recompensa,
verte y darme cuenta que la tierra
era ya un jardín sin tantas espinas..
Aunque las rosas más bellas también
tenían algunas, pues forman parte de la vida...
-Una rosa sin espinas es un jardín sin flores-
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