A la sombra de aquellas fiestas giraban los deseos,
y las locuras, nosotros como esferas
astronómicas empapados en felicidad
y en vino tinto o rosado, pues el color
a aquellas alturas era lo que menos importaba.
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Empezamos en el comedor, pasando
por la cocina, los dormitorios
y terminamos en un jardín.. que ni seguro
estoy, si era el nuestro o el de nuestros vecinos...
según era el cólico etílico que cogimos....!
***//***
Sólo sé que en el jardín al que una nube
armada con el acerado sable
del relámpago, escanció la bebida de la madrugada
junto con la roja o tinto de la maguana....
***//***
El rojo vino nos dio como almohadas
los lechos de lechugas, tomates y remolachas..
que parecíamos reyes, transmutados
en el fondo de las copas que nos vertían las botellas.
***//***
La mano del amor nos mantenía unidos..
y nos ensartó para la alegría: y la fiesta;
nosotros éramos las perlas de ricos collares
y los amores, los hilos que nos mantenían unidos.
***//***
Nos atacaban con copas llenas y botellas
recién descorchadas que semejaban pechos de doncellas,
incitándonos al amor y no a la guerra: así que todo aquello
terminó como el rosario de la aurora....!
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