martes, 8 de enero de 2019


Escribo este poema un domingo de otoño,
  frente al Caribe nublado y el sol ya en el ocaso;
   sentado bajo unos cocoteros esmirriados,
    se oyen voces de niño al otro lado.
*****
Una palma de coco se agita 
  ayer, hoy, mañana  y siempre, siempre me encontrarás escribiendo
   bajo estos cocoteros, viendo pasar el tiempo
    y mi mente viajando con el viento.
*****
Suena un merengue mezclado con el canto de un pájaro
  leo un libro de Antonio Gala, en el cual declara
   que las analogías son basura sobre las que 
     la humanidad basó su fe....!
*****
Unos dice que si y otros dicen que no,
  pero ya poco importa todo esto;
    allá Sarapatrusca con sus perjuicios,
     hay cosas más importantes que pensar en estos momentos.
*****
He pasado todo el día divisando señales
  que manda el Caribe con sus olas rizadas;
    y el recuerdo se hace más insistente,
     como un fuelle que a viva la lumbre de mi secera.
*****
Llega un mensaje en una botella que me da que pensar,
  y sé que la analogía es una argucia,
    un estrambótico dilema para mayores,
     que aveces hasta reseca la garganta.
*****
Por eso, echaremos un trago de mamaguana 
  y que sea Itaca quien resuelva el problema....!
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       Reservado el derecho de autor. 
  

   

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Zahara y sus aledaños.

 A ver  si sale algo.