Empieza a buscar el porqué de tanta miseria.(5-1-2019)

Son las tres de la tarde, con un calor que abrasa,
  en la frontera de Ahiti con Pedernales,
   cuando el niño flaco y polvoriento se echa al río
     Artibonito, y suena su endeble peso en las nubes.
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Como un fresco azulado, distinto al de otras veces visto,
  que le hace abrir los ojos a la mujerzuela que lo cuida;
    sentada, huesuda, flaca y eterna en la orilla del río,
     sin tener otra misión en esta vida que vigilarlo. 
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Y se pregunta: ¿donde estará mi sombrero y mi corona de reina?
  con el único zapato interrogante que le queda;
   y se dedica a alisar su pobre vestido verde,
    mientras el niño patalea las oscuras aguas.
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Mientras se van hacia la mar sus perdidas esperanzas,
  se desprende de su pasión cristalina,
    en aciagos danzones por su querida y sufrida patria;
      y su imagen guardada en la garganta de un ciego.
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Empieza a buscar el porqué de tanta miseria
  y no lo encuentra, y yo le dije desde este lado
    de la frontera..-busca dentro de ti- pero la tarde
      no le dejó oír con su melancolía-.
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Y como un bufón melancólico de sí mismo
  dejó volar su imaginación, sobre una princesa,
    una fiesta o una tela de araña,
      en la cual se encuentra prisionera....
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Que hasta entonces no tuvo concreto frenesí,
   es idéntica y sigue brotando, esencia de su país....!
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