Imagen tomada de la red.
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Pasé por Huelva
y compré estas fresas para ti,
pude traerte flores de Valencia;
pero vi a una chica que mordía
una fresa con glotonería
y el jugo sonrosado y dulce
le corría por los labios y la barbilla:
De tal forma, que pensé: que sus labios
rojos de niña, eran muy parecidos
a los tuyos, una copia casi exacta
de los tuyos, cuando ríes con esa risa
traviesa y picarona, consentida.
Cerré mis ojos por un instante
y te imaginé picarona mordiendo
una fresa en aquel campo donde
las estaban recolectando.
También pude traerte, limones dulces
de Málaga, o ciruelas de Navarra;
pero aquella imagen... quizás burlona
de mi mente no se apartaba....!
De modo que aunque no sea el regalo
mas elegante: por ahora tendrás
que conformarte, pues las fresas de Huelva
es algo exquisito, que no se encuentra
en todas partes....!
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